Muchas grandes multinacionales de la moda han introducido el reciclaje de ropa en sus modelos de negocio al darse cuenta de que la industria textil contribuye ,en gran medida, a la contaminación mundial y a la crisis climática. Ante la inminencia de nuevas leyes destinadas a restringir las prácticas comerciales perjudiciales, es fundamental tomar medidas preventivas.
Una tonelada de tejido produce 25 toneladas de CO2 . Millones de toneladas acaban en vertederos y se ha dejado de aceptar la ropa destinada a países del tercer mundo.
Aunque para el 1 de enero de 2025 toda la UE estará obligada a recoger los excedentes de ropa con contenedores en las calles, se necesitan más medidas para que la industria sea lo bastante sostenible. Se pide que la responsabilidad recaiga tanto en el productor como en el consumidor. El gobierno español aprobó la ley de residuos y suelos contaminados, que pretende que el productor sea responsable de la gestión de cualquier residuo de sus productos. Asimismo, cabe plantear la posibilidad de que el consumidor se responsabilice pagando el reciclaje y la gestión de residuos de las compras de textiles, lo que significa que los precios de la ropa también podrían aumentar.
También se está debatiendo en Europa una ley de diligencia debida para velar por el trato y la remuneración justos de los trabajadores vinculados a cada eslabón de la cadena de suministro. Esto afecta sobre todo a las empresas que emplean trabajadores en otros países, como en Asia, donde la legislación laboral es diferente y los derechos de los empleados no se respetan de manera uniforme.
De cara al futuro, hay posibilidades de mejorar la trazabilidad de los textiles, con lo que se podría lograr que la industria fuera más transparente. Limitar el greenwashing (blanqueo ecológico o ecoblanqueo) también evitará que las empresas promocionen sus productos como reciclables o sostenibles. En el futuro, a medida que la tecnología del reciclado evolucione y avance, las empresas también podrán prepararse para una transición hacia la fabricación de productos únicamente con tejidos reciclables.