Cada año, se producen 150 millones de prendas de vestir en todo el mundo y no todas se venden. La reventa de excedentes de ropa sin vender a distribuidores mayoristas es la mejor solución para deshacerse de la sobreproducción textil.
Las tiendas de moda están en una carrera contra el tiempo para deshacerse de la ropa que se amontona en sus estantes. De hecho, según UNECE, alrededor del 40% de la ropa producida anualmente nunca se utilizará a pesar de estar en perfectas condiciones.
La reventa de ropa sin vender ayuda a que no sucedan desastres climatológicos como el desierto de Chile.
El desierto de Chile se enfrenta a un desastre ambiental debido al excedente de ropa que ha invadido sus áridos paisajes. Este fenómeno, impulsado por la rápida obsolescencia de la moda y el consumismo desenfrenado, ha llevado a la acumulación masiva de textiles descartados. En lugar de ser reciclados o reutilizados, miles de toneladas de prendas desechadas se amontonan, creando una mancha visible en la vastedad del desierto.
“El problema es que la ropa no es biodegradable y tiene productos químicos, por lo que no es aceptada en los vertederos municipales”, afirma Franklin Zepeda, fundador de EcoFibra, una empresa que intenta aprovechar la ropa desechada fabricando paneles aislantes con ella.
El cómo de esta tragedia radica en la falta de conciencia sobre la gestión sostenible de la moda y la ausencia de prácticas adecuadas de reciclaje. La ropa, en lugar de encontrar segundas vidas o ser descompuesta naturalmente, permanece como un recordatorio perenne de la huella ambiental de la industria textil.
Este desastre ambiental subraya la necesidad crítica de cambiar el paradigma de consumo, adoptando prácticas más responsables y fomentando la circularidad en la moda. La preservación de nuestros ecosistemas requiere una acción inmediata para revertir este impacto devastador y construir un futuro más sostenible.
La confección de prendas de vestir se reconoce como una de las industrias más contaminantes, generando considerables cantidades de gases de efecto invernadero. Según cálculos realizados en 2019, esta industria emitió aproximadamente 1,01 gigatoneladas de equivalentes de dióxido de carbono a la atmósfera. Existe la preocupación de que esta cifra aumente a 1,6 gigatoneladas para el año 2030 si no se implementan medidas drásticas, según los datos de statista.
Qué hacer con los excedentes de ropa sin vender:
La industria textil produce mucha más ropa de la que los consumidores están dispuestos a comprar. Con un modelo de producción basado en la moda rápida, las tendencias cambian rápidamente, incluso en tan solo unas semanas, por lo que lo que está de moda hoy estará pasado de moda mañana.
Dado que la nueva legislación sobre residuos prohíbe la destrucción de productos nuevos no perecederos, incluidos los textiles, las alternativas para la eliminación de los excedentes son las siguientes:
- Ventas: los artículos están sujetos a sucesivas reducciones de precio, hasta el punto de venderlos por menos de lo que cuesta fabricar.
- Outlets: las tiendas especializadas en liquidación venden todo tipo de ropa de marca con descuentos de hasta el 80%.
- E-commerce: son plataformas online especializadas en ofertas flash y venta privada. Pueden actuar como meros intermediarios de la marca o comprarles todas las acciones.
- Donación y reciclaje: si bien esta opción tiene beneficios humanitarios y ambientales, implica la pérdida total de la inversión realizada para adquirir el stock.
- Distribuidores mayoristas de ropa de marca: estos liquidadores compran grandes cantidades de ropa de marca sin usar para la venta en terceros países, en estricto cumplimiento de la ley.
- Distribuidores de ropa de marca al por mayor: su mejor opción cuando se trata de liquidación de excedentes.
¿Cómo pueden los distribuidores mayoristas de ropa de marca alcanzar sus ODS sin renunciar al ritmo acelerado que impone la moda rápida?
La clave para lograrlo es vender los excedentes de ropa de marca a liquidadores especializados, como Tekstila, especialistas en la gestión de stock, que puede encargarse de revenderlo en países autorizados siguiendo sus restricciones para proteger su marca.
Trabajar con Tekstila permite canalizar los excedentes de ropa a los mercados internacionales de forma regular. Esto hace que el modelo de producción de moda rápida sea más sostenible, integrándolo en la economía circular.
Tekstila es definitivamente la alternativa más rentable y respetuosa con el medio ambiente para todas las empresas textiles que necesitan distribuir su producción excedente. ¿Eres uno de ellos?
Tekstila ya es un socio de confianza para las marcas internacionales de moda rápida. Encuentran con nosotros una solución circular a su sobreproducción y stock sin vender mientras recuperan su inversión, despejando su almacén y franquicias de la antigua colección. La confianza se gana gracias a la transparencia y la trazabilidad en nuestras operaciones cuando las empresas de moda saben que su marca está protegida al momento de resolver sus problemas de stock. ¿Eres uno de ellos?