Todos conocemos el catastrófico cambio climático al que nos enfrentamos, pero debemos ser conscientes de que esta amenaza va de la mano de una crisis de biodiversidad que pone en riesgo la riqueza de las especies que pueblan nuestro planeta. Según un informe de la ONU de 2019, hay un millón de especies en el mundo en peligro de extinción, y la biodiversidad está desapareciendo mil veces más rápido de lo que lo haría en condiciones naturales: una progresión alarmante que debemos revertir con urgencia.
¿Cómo impacta la moda en la biodiversidad?
Afortunadamente, la industria de la moda está reconociendo progresivamente su impacto en la biodiversidad en vista del hecho de que la mayoría de los materiales de la industria provienen de recursos naturales.
Por ejemplo, el cultivo de algodón, presente en un tercio de la ropa que usamos, puede causar la degradación del suelo y la pérdida de hábitats naturales. Además, los pesticidas utilizados son perjudiciales para varias especies. Del mismo modo, la producción de viscosa contribuye significativamente a la deforestación, lo que representa la tala de 150 millones de árboles al año. La destrucción de los bosques es la razón principal por la que la biodiversidad se está desvaneciendo a un ritmo tan impresionante.
Otros materiales, como las fibras sintéticas, como el poliéster, provienen de la extracción de combustibles fósiles, lo que también contribuye a la degradación de la tierra y la pérdida de hábitat (sin mencionar las emisiones de gases de efecto invernadero y los millones de micro plásticos que se liberan al océano después de cada vez que lavamos estas prendas en casa y especialmente una vez que las desechamos).
¿Qué podemos hacer?
La biodiversidad es un tema emergente dentro de la industria de la moda. Por primera vez, más de 200 marcas líderes mundiales han acordado restaurar la biodiversidad en The Fashion Pact. Se han comprometido con la protección de especies clave, así como con la conservación y restauración de ecosistemas naturales críticos. Esto implicará diferentes cursos de acción, incluida la cooperación con otras industrias para remodelar las cadenas de suministro.
Próximos pasos
La industria de la moda tendrá que invertir más en estas iniciativas y trabajar de la mano con los proveedores, para que el cambio general se materialice. En Tekstila estamos trabajando con anticipación para brindar una solución que permita gestionar stocks obsoletos de forma sostenible y rentable, sin más transformaciones ni recursos añadidos.
Mantenemos la ropa sin vender circulando en la economía durante más tiempo, aprovechando así las materias primas que ya se han utilizado en su producción y evitando al mismo tiempo una mayor extracción de recursos naturales.