Stradivarius abrió sus puertas en el número 30 de la Gran Vía de Madrid en 1999. Este espacio Stradivarius, con una superficie total de 1.161 metros y una zona de venta de 681 metros cuadrados, ocupa un complejo de tres edificios construidos en 1920, que hasta 1954 albergaron el teatro Fontalba, uno de los edificios históricos de la Gran Vía.
La tienda de la marca, ubicada en el edificio central, conserva el vestíbulo de la fachada y la doble altura de la zona central de la tienda, a modo de patio interior, según señala la marca en un comunicado. Tras un proceso de reforma, incorpora el concepto “Wave”, caracterizado por el uso de tonos neutros (blanco, gris, ocre y beige), una estética minimalista para mostrar las colecciones y el empleo de materiales naturales, como el cemento calcáreo mineral. Además, los probadores están equipados con cortinas confeccionadas a partir de residuos textiles reciclados.
Además del diseño interior, la tienda cuenta con una zona de autofacturación y buzones de devolución, y ofrece un servicio “click&collect” para recoger los pedidos en línea. También cuenta con un sistema integrado de gestión de stock, que permite disponer de un inventario completo tanto para la venta física como online, y contenedores para la recogida de ropa usada, dentro del programa de compromiso social y medioambiental de la compañía del Grupo Inditex.
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