Es bien sabido en la industria de la moda que los productos no vendidos, pero perfectamente utilizables, que no pueden revenderse se destruyen. Pues bien, la Unión Europea dice un «NO» rotundo a esta práctica al prohibir oficialmente la destrucción de textiles y calzado no vendidos el 5 de diciembre de 2023.
En un artículo de British Vogue, se espera que esta nueva medida legislativa contribuya a un cambio de comportamiento entre los fabricantes y su enfoque de la moda rápida. Esta es una de las muchas leyes sobre moda sostenible que está aplicando la UE para frenar las prácticas empresariales perjudiciales para el medio ambiente; algunas de esas medidas son exigir el «ecodiseño» de los productos, prohibir el lavado verde y los residuos textiles.
Como dijo la eurodiputada Alessandra Moretti en un comunicado, «es hora de acabar con el modelo de ‘toma, fabrica, desecha’, tan perjudicial para nuestro planeta, nuestra salud y nuestra economía».
Las empresas tienen dos años para cumplir la legislación sobre destrucción de productos no vendidos, y las pequeñas y medianas empresas disponen de 6 años para poner en orden sus protocolos de fabricación. Aún existe cierta confusión sobre quién puede entrar en el ámbito de aplicación de esta ley: si las empresas tienen su sede en la UE o sólo operan en la región, y cómo afecta esta ley a las regiones no pertenecientes a la UE.
Otro punto de aclaración es qué se clasifica exactamente como «mercancía no vendida» y qué como «destrucción». Algunas organizaciones de la moda quieren asegurarse de que las prácticas de remanufacturación y upcycling no se prohíban o se vean afectadas negativamente como resultado de la prohibición. Tampoco está claro qué ocurre con los productos sin vender si no se destruyen, y algunas conjeturas apuntan a envíos a todo el mundo o a su reutilización como stock muerto.
La expectativa es que esta ley por sí sola no acabe con la sobreproducción, sino que impulse a las empresas a cambiar sus estrategias y objetivos empresariales futuros hacia un modelo más sostenible y responsable que no se base únicamente en la codicia.
