El Comercio Unificado (UC) es una práctica en evolución en la industria de la moda que permite a los minoristas conectar sistemas internos con diferentes canales de atención al cliente (omnicanal) a través de una plataforma única. El concepto garantiza que el cliente tenga la misma experiencia sin importar la forma en que elija comprar, mientras que todos los datos sobre prospectos, clientes y productos se filtran en una sola plataforma. Aunque el término ha existido durante años, un artículo de Fashion United informa que, a pesar del entusiasmo por el concepto, los minoristas están en su mayoría desprevenidos. Según una encuesta realizada por Bain and Company, en nombre de Aptos, el 75% de los minoristas considera que su empresa tiene metas ambiciosas de UC y solo el 55% cree que su estrategia es clara y bien definida.
El UC facilita la integración entre los canales y va un paso más allá para evitar la duplicación de procesos, según Nikki Baird, vicepresidenta de Estrategia en Aptos. Ella señala las “promociones” como un buen ejemplo, donde una promoción se puede configurar de varias formas: sistemas de comercialización, sistemas de punto de venta o sistemas de gestión de pedidos de comercio electrónico. A menudo, estos no están sincronizados, lo cual es un problema para los clientes que esperan recibir la misma promoción en todos los canales. El UC permite a los minoristas tener un motor promocional que sirve a todos los canales y va más allá del comercio minorista omnicanal, ya que reduce el nivel de complejidad de la integración que se requiere desde el principio. Los estudios han demostrado que una implementación exitosa conduce a un mayor crecimiento de las ventas orgánicas en comparación con los competidores.
Los expertos coinciden en que priorizar la inversión en tecnología subyacente para las empresas es fundamental para ofrecer una experiencia fluida al cliente, que se ha convertido en una expectativa en el mundo actual de las compras en línea. Sin embargo, los minoristas siguen siendo reacios a implementar el UC debido a los rápidos cambios en los patrones de consumo, las incertidumbres económicas y las barreras organizativas internas. Esto requerirá un enfoque más pragmático dentro de las marcas para garantizar una implementación y una integración sencillas con un enfoque más colaborativo entre los diferentes departamentos. Según una encuesta de noviembre de 2022 realizada por Bain, la industria de la moda gastó un 33% en tecnología en comparación con el 31% de las tiendas de productos generales y el 29% de las tiendas de alimentos, drogas y conveniencia, lo que deja oportunidades para que la industria de la moda amplíe su ventaja con una mayor inversión en UC.